divendres, 28 d’abril del 2017

In Memoriam

Haciendo alusión a los Pastores de la Iglesia, nuestro Papa Francisco, dice que éstos, deben oler a oveja.

Y el Pastor huele a oveja,
si entra en el redil,
y se roza con ellas.
Si camina a su lado,
y está mientras sestean.
Si carga sobre sus hombros,
al cordero parido en la pradera.
Si sabe reunirlas,
Cuando de él, se alejan.

Así fue Mosen Joaquim. Pastor. Y como ya olía a oveja, el Señor le ha llevado con El, al redil eterno. En este barrio dels Pins y durante varios años, estuvo su “aprisco”.
Aquí, atendió, animó, amparó y acogió a todos.

En momentos difíciles, supo implicarse y dar la cara.
Fue un sacerdote bueno y serio, pero a la vez, cercano y afable.

Quienes trabajamos durante tanto tiempo, codo a codo con él, lo podemos afirmar, porque es verdad.

El fue promotor y alma mater, de un montón de actividades y acicate de los que estábamos a su lado, para hacerlas realidades. Además, fue un innovador en el ejercicio de la Pastoral parroquial.
Le preocuparon todos los problemas del barrio y fue muy respetuoso con la gente del mismo.
A todos conocía, a todos trataba bien, por todos trabajaba.

De ello, pueden dar fe muchas personas y más, nosotras, las entonces Hna. Dolores y Pilar que tanto tiempo trabajamos a su lado.

Y como quiera que después de marcharse dels Pins, siguió siendo Pastor de otras ovejas y del olor de las mismas, la ropa de Mosén Joaquim quedó impregnada, se puede decir con toda certeza, este Pastor olía, como sus ovejas.

Por eso, con el Pastor Supremo, está pastando ya en los Prado Eternos.

Nos despedimos con un saludo afectuoso de todos vosotros y elevando una oración al cielo por el eterno descanso de Mosen Joaquim.

Pilar i Dolores