dijous, 13 de gener del 2011

La violència domèstica i el sus efectes en els nens

 ¿Qué es la violencia doméstica?
   La violencia doméstica es el abuso físico, sexual o emocional infringido en un hombre o mujer por su compañero. Las mujeres son normalmente las víctimas, pero no siempre.
 
¿Con qué frecuencia ocurre?
  Posiblemente tan frecuente como que una mujer de cada cuatro sufre el abuso de su pareja. La violencia de las mujeres hacia sus compañeros hombres es poco frecuente, pero ocurre. La violencia es más probable si hay niños en la familia. Con frecuencia comienza durante el embarazo o tras el nacimiento. La violencia doméstica está presente en la mitad de las separaciones que ocurren cada año.
 
¿Cómo están implicados los niños?
   En las familias donde se da violencia doméstica, los niños presencian aproximadamente dos tercios de los incidentes de abuso. Alrededor de la mitad de esos niños han sido golpeados duramente. El abuso sexual y emocional es más frecuente en estas familias.
 
¿Cómo afecta a los niños?
   Los niños se sienten muy alterados cuando ven a uno de sus padres abusando o atacando al otro. Normalmente muestran signos de gran angustia.
   Los niños más pequeños pueden desarrollar ansiedad, quejas de dolores de barriga o pueden comenzar a mojar la cama. Pueden encontrar difícil dormir, tener arrebatos de mal genio, y comenzar a comportarse como si fueran mucho más pequeños de lo que son. Los niños más mayores reaccionan de otra manera.
   Los niños mayores parecen expresar su dolor de una forma más “hacia fuera”. Pueden volverse más agresivos y desobedientes. Algunas veces pueden ser violentos para intentar solucionar sus problemas, como si hubieran aprendido esta conducta de la forma en que se comportan los adultos en su casa. Los chicos más mayores pueden comenzar a hacer novillos y a usar alcohol y drogas.
   Las chicas es más probable que se guarden la angustia. Pueden aislarse de otras personas y desarrollar problemas de ansiedad o depresión. Pueden pensar mal sobre sí mismas o quejarse de síntomas físicos. Las chicas tienen más posibilidades de desarrollar un trastorno de conducta alimentaria o de autolesionarse tomando sobredosis de medicamentos o autolesionandose.
   Los niños con estos problemas con frecuencia comienzan a tener un peor rendimiento en la escuela. También pueden desarrollar síntomas de trastorno por estrés postraumático, como tener pesadillas y ser fácilmente asustadizos.
 
Los niños sufres daño emocional si :
  • sufren abusos.
  • ven a otros de su familia sufrir abusos.
  • tienen que defender a alguien de la familia, o se les increpa a que se unan en el abuso.
  • no están siendo cuidados adecuadamente, especialmente si la madre se deprime o comienza a beber demasiado.
  • otras personas evitan la familia porque saben lo que está pasando, los niños pueden perder amigos resultarles difícil hacer nuevos.
  • pierden un padre debido a la separación o incluso por muerte.
  • la madre se va de casa con ellos. Pueden entonces tener problemas económicos, tener que mudarse, perder amigos y tener que empezar en una nueva escuela.
  •  Los padres se separan y las discusiones empeoran siendo los niños utilizados como moneda de cambio en las batallas legales sobre el dinero y el contacto con ellos.
¿Existe algún efecto a largo plazo?
   Si. Los niños que han sido testigos de violencia tienen más posibilidad de ser abusadores o víctimas de nuevos abusos. Los niños tienden a copiar la conducta de sus padres. Los niños aprenden de sus padres a ser violentos con las mujeres. Las niñas aprenden de sus madres que la violencia es inevitable y es algo con lo que tienen que vivir.
   Los niños no siempre repiten el mismo patrón de conducta cuando crecen. Muchos niños no les gusta lo que ven, e intentan duramente no repetir los errores de sus padres. Incluso así, los niños de familias violentas con frecuencia crecen sintiéndose ansiosos y deprimidos, y tienen dificultad para tener relaciones con otras personas.
  
¿Quién puede ayudar?
  • Todo el mundo en la comunidad necesita saber que tal violencia es frecuente y está mal. La gente necesita reconocer lo dañina que es la violencia para los niños. Esto puede ayudar a las personas víctimas de violencia doméstica a darse cuenta de que eso no debería estar pasando y que pueden pedir ayuda. 
  • Posters en centros públicos de la comunidad, escuelas, y centros de salud pueden dar información y guía de cómo actuar.
  • Los profesionales trabajando con niños, incluyendo médicos, enfermeros, profesores, psicólogos, y trabajadores sociales, deberían averiguar dónde pueden encontrar consejo y ayuda, tanto local como nacional.
  • Asociaciones de mujeres maltratadas, organizaciones nacionales que pueden dar información y apoyo.
  • El consejo legal es con frecuencia importante. Las leyes se están modificando facilitando órdenes de alejamiento del supuesto abusador y acosador y la mujer ahora no debe abandonar su casa si no lo desea.
 ¿Debe ser denunciado?
   Si una mujer te confiesa que esto está pasándole, puede ser más importante ayudarle a cambiar su situación, si decide hacerlo. No parece una gran ayuda, sin embargo puede ayudar a la mujer tener una sensación de mayor control en su vida, que tiene alternativas a esa situación. Si alguien te cuenta que le está pasando, puedes tener la sensación de que debes decirle al hombre involucrado lo que ella te ha dicho. NO. Esto puede poner a la mujer y los niños en un gran peligro.

¿Quién puede ayudar más adelante a las madres y los niños?
   La ayuda es necesaria con frecuencia durante mucho tiempo. La supervivencia tiene prioridad, estar a salvo del abusador, un lugar donde vivir y dinero con el que vivir. Después los niños pueden tener citas de contacto con la escuela y asistir más tarde. La madre es probable que se encuentre muy estresada y puede necesitar apoyo, psicoterapia o tratamiento para la depresión o la ansiedad. Los niños que muestren dificultad en la escuela con frecuencia necesitan ayuda extra de sus maestros. Si los niños continúan teniendo problemas emocionales, es necesario ir a un centro de salud mental infanto-juvenil.
 

Bibliografía
Carr, A. (ed.) (2000) What Works with Children and Adolescents? A Critical Review of Psychological Interventions with Children, Adolescents and their Families. London: Brunner-Routledge.
Rutter, M. & Taylor (eds) (2002) Child and Adolescent Psychiatry (4th edn). London: Blackwell.
Scott, A., Shaw, M. & Joughin, C. (2001) Finding the Evidence: A Gateway to the Literature in Child and Adolescent Mental Health (2nd edn). London: Gaskell.
 
© 2009 The Royal College of Psychiatrists