dissabte, 11 de desembre del 2010

Diagnòstic per la imatge en l'infart cerebral

El infarto cerebral representa la tercera causa de muerte, siendo la primera en mujeres y hombres mayores de 65 años y 75 años, respectivamente. También presenta una elevada morbilidad, siendo la primera causa de discapacidad lo cual supone importantes costes económicos para la sociedad.

Aproximadamente el 75% de los pacientes que sufren un infarto cerebral sobrevivirán y el 50% de ellos perderán la autonomía. Las consecuencias para los pacientes y sus familiares representa un grave problema en todos los países de la Unión Europea con costes anuales de 34 billones de euros.

En la última década se ha demostrado la utilidad de la trombolisis en el infarto cerebral agudo. Paralelamente se han desarrollado nuevas técnicas neurorradiológicas con más sensibilidad para evaluar a los pacientes con un episodio isquémico agudo.

La resonancia magnética (RM) es la técnica de imagen más sensible para el diagnóstico del infarto cerebral agudo siendo la Tomografía computarizada (TC) una buena alternativa diagnóstica.

PROTOCOLO TÉCNICO

Ante un infarto cerebral agudo el protocolo radiológico basado en RM tiene tres requisitos específicos:

A// El protocolo debe ser muy rápido, utilizando secuencias lo más cortas posible que permitan obtener imágenes de calidad diagnóstica aceptable. El tiempo total de adquisición debería ser menor de 15 minutos.

B// El procedimiento diagnóstico en ningún caso condicionará un retraso en el tratamiento. El objetivo es realizar el estudio mientras el neurólogo obtiene el consentimiento informado y los resultados de las pruebas de coagulación.

C// El protocolo debe ser multimodal combinando diferentes secuencias como son:

   C.  1/ Secuencia de Gradiente Eco que es muy útil para detectar lesiones hemorrágicas.
   C.  2/ Secuencia de Inversión Recuperación con Atenuación de Líquidos (FLAIR) que es la secuencia     mejor para detectar un infarto cerebral sub-agudo.
   C.  3/ Secuencia de Difusión que muestra las lesiones isquémicas agudas.
   C. 4/ Secuencia de Perfusión (PWI) que detecta la alteración de la perfusión tisular asociada al infarto agudo. La PWI es esencial para demostrar la presencia del área de penumbra que consiste en el área en riesgo de evolucionar a infarto. El objetivo principal del paciente con infarto es evitar que ello ocurra.
   C. 5/ Angioresonancia magnética que permite demostrar la presencia de una oclusión de una arteria cerebral que es la causa del infarto cerebral.

CONCLUSIONES

La RM es útil para el estudio de los pacientes con infarto cerebral que puedan beneficiarse del tratamiento trombolítico. Para ello es muy importante la realización precoz del estudio Neuroradiológico y la administración del tratamiento trombolítico. Los estudios de neuroimagen ayudan a la selección de los pacientes y excluyen aquellos con más riesgos de complicaciones.

En los próximos años se incrementará el uso del tratamiento trombolítico, así como los estudios de neuroimagen en los pacientes con infarto cerebral para conseguir un mejor pronóstico en los pacientes que sufran un infarto cerebral.

Dr. Salvador Pedraza Gutiérrez
Director de l’Institut de Diagnòstic per la imatge. Hospital Dr. Trueta de Girona