Tras quince meses de recuperación, un joven busca al médico anónimo que le atendió al sufrir un accidente de moto.
Xavi per Ana Jiménez |
Es médico traumatólogo tal vez se llama Xavi: y hacía footing en Diagonal/Espronceda el pasado 29 de junio del 2009. Apenas eso sabe quien le busca. Aquel día el destino quiso que se cruzara con un terrible accidente de moto y atendiera, en primera instancia, al chico que la conducía: Xavi Garcia Puig. Hoy recuerda así el episodio: ”El sol me deslumbró y no vi el semáforo. Culpa mía, no del coche con el que choqué, en el que, por suerte, nadie se hizo nada”, recuerda todavía entre brumas este chico que hoy busca a quienes le ayudaron.
Han pasado quince meses. El joven motorista no supo nada más de aquel médico al que, según los expertos, le debe la salvación de una pierna y a la enfermera del SEM que corría por allí. Entre la confusión, sólo se quedó con algún dato: su “ángel” era médico traumatólogo del Hospital de la Cruz Roja. “Moreno, mediana edad, creo que dijo que también se llamaba Xavi..., me calmó y evitó que yo cometiera una imprudencia”. De la chica no tiene datos, pero recuerda muy bien cómo le dijo “que no llevara ese tipo de cascos tan ligeros”.
Hoy Xavi y su mujer “iba de paquete en la moto, salió ilesa” lo buscan. Quieren explicarle cómo ha sido el duro camino de la recuperación, quieren darle las gracias, abrazarle y contarle que, gracias a su intervención, Xavi podrá volver a trabajar. “Vi cómo mi pie estaba fuera de su sitio y yo mismo lo volví a colocar. Recuerdo que pedía a gritos que me hicieran un torniquete y fue este médico quien dijo que no, de entrada mejor que no. Ahora sé que sin su alerta, si me lo hubieran hecho, hubiera perdido la pierna”.
A partir del lunes Xavi vuelve a su trabajo “hace resonancias magnéticas en el hospital del Mar” y ya ha reanudado sus clases de Empresariales. Se siente privilegiado, tantas horas de hospital le han permitido pensar mucho. “Todo el dolor se convierte sólo en penitencia pero valoras levantarte por la mañana, cosa inaudita antes. Hace veinte años habrían amputado la pierna”.
Iba en moto desde los diecisiete años. Todo tipo de cilindradas. Pero el día del accidente manejaba una Scooter “y sé que conducía con el 30% de concentración. Por eso pido a quienes lleven moto que estén al 101 %”. Le han operado cuatro veces y la última intervención duró catorce horas.
Núria Escur
Barcelona, 24 de setembre de 2010
Font: La Vanguardia
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