Sesenta mujeres han perdido la vida en el 2011 a manos de sus parejas o ex parejas. Este balance mortal de la violencia de género en España ha sido menos malo que el del año pasado, en el que el número de asesinadas fue de 73. Pero sigue siendo muy alto, demasiado alto, reflejo de un problema latente en la sociedad de muy difícil solución. No sólo se evidencia en el número de muertes, que son el caso extremo, sino también en las 134.100 denuncias que llegaron el año pasado a los juzgados, a razón de 367 denuncias de media diaria.
Es importante que cada vez sean más las personas que se conciencien de que la violencia machista es una verdadera lacra social sobre la que no cabe ningún tipo de tolerancia y que, por tanto, las agresiones deben denunciarse a tiempo para evitar lesiones graves o un desenlace fatal. Cierto es que el número de denuncias está aumentando, pero no lo suficiente. Basta tener en cuenta que tres cuartas partes de las fallecidas el año pasado a manos de sus parejas o ex parejas no habían presentado denuncia, ni ellas ni nadie de su entorno.
Desde que en el 2004 se promulgó la ley integral contra la violencia de género, la sociedad española cuenta con medidas de apoyo a las víctimas, con penas más duras a los agresores, con mayor sensibilización social, política y judicial, con una asignatura sobre igualdad en la enseñanza secundaria, con nuevos organismos en defensa de las mujeres y con campañas periódicas para concienciar a los ciudadanos. Pero hay que mantener la guardia alta, ya que la violencia contra la mujer está muy extendida, como indica el dato de que un 11% de las españolas reconozcan haber sido maltratadas.
No parece, pues, aconsejable abrir polémicas sobre el nombre del problema, que puedan desviar la atención sobre su verdadero origen, por más razón que pueda tener la nueva ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad cuando habla de violencia en el ámbito familiar. Lo que hay que hacer es sumar los esfuerzos realizados y concentrar todas las energías en atacar a fondo el maltrato contra la mujer.
30 de desembre de 2011
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